[Aquí os dejo un puñado de esbozos para poemas que escribí entre 1999 y 2004: salvo el primero, que fue publicado en un volumen colectivo, nunca condujeron a ninguna parte, ni llegaron a quedar incluidos en ninguno de los poemarios que he escrito.]
LAS HOJAS Y EL VIENTO
LAS HOJAS Y EL VIENTO
Viento en las paredes
para poder gritar el silencio
de tu nombre.
Huecos en la noche
que se excitan afanosos
buscando formas nuevas y brillantes.
Lágrimas en la ventana,
sin compañía que observe
la caída de la noche.
Pasajes al infinito desconocido
que en la senda, sobre la senda,
olvida el camino que sigue.
La imagen de dos niños de niebla
frente a un barco.
Una compañía innecesaria
que no se desvirtúa
a pesar de todo.
Viento y huecos en las paredes
para poder gritar el silencio
de tu nombre.
FOTOGRAFÍAS
Imágenes detenidas en el tiempo:
quizás no las viste nunca.
Caras que sonríen al infinito,
bajo un cielo azul
ceniza
con manchas pequeñas
de nubes algodonosas.
Un sol
que hallaste entre la hierba del campo;
un viento que sopló
arrastrando otras arenas.
Algunos trozos de tierra
golpearon tus ojos
(hay ojos que no se pueden golpear),
y cuando pudiste ver
otra vez,
el paisaje había cambiado:
caras que ya no sonreían al infinito,
cielos que ya no eran
azules,
cristales que se habían roto,
rastros de pequeñas manchas
donde estuvieron
las nubes …
PUERTA VITAL
Indecisas dificultades, ¿de dónde provienen?
Los deseos internos del corazón
se afanan
en racionalizar la esencia vital,
olvidando el incomprensible dolor
del deseo amoroso.
Agónico el terror si falta tu imagen
celestial un día; no existen sangre ni venas,
y falta el aire.
Tanto dolor o tanto amor, que cedo
mortalmente
ante tus embates,
a pesar del orgullo que suponen
tus señales en mi cuerpo.
Mas piensa que
si nada existe y existes tú, yo soy la presencia;
si la alegría no es tributo de la tristeza,
la alegría soy yo;
si la vida soy yo, no morirás tú;
si en algún momento precisas escapar …
yo soy la puerta.
SIN TÍTULO
Cuando el mar se vacía
sobre las dolorocas,
portando en cada boca
una gota de saber y otra de amargura,
es imposible hacerles creer
que la felicidad no existe sobre la tierra.
O bien, si existe, es como las nubes
de humo que se escapan por la chimenea.
Tengo todos los nombres de la humanidad
escritos bajo mi piel,
pero aunque les enseñase esto
iluminado por la luz del sol más directa
en el día más brillante y blanco,
ellos no creerían que la felicidad
no existe sobre la tierra.
FILIGRANAS
Minucioso caer de la lluvia
sobre un pavimento
perdido.
Minucioso cantar de los pájaros
que vuela por un aire
perdido.
Minucioso ladrar de los perros
que se clava en un rincón
perdido.
Minucioso viajar de las nubes
que se arrastran por un cielo
perdido.
Minucioso fluir de las cosas
que se transportan
por un azul infinito
perdido.
SIN TÍTULO
Ahora que puedo verte
tendido
y rendido
bajo las hojas del tiempo,
me doy cuenta de que no eres tan fuerte,
de que tu voz no es más poderosa
que el trueno,
de que tantas paredes de hielo
como alzaste
no valen para defenderte de ti mismo.
Qué bueno para ti
que llueva hoy verticalmente,
para que puedas esconderte
por un momento
al menos.
Como un trabajo de chinos
tendrás que volver a la luz:
dejar que fluya por ti
el agua del arrepentimiento,
el agua del perdón.
Necesitarás la caída de las hojas
como una bendición angelical
para el olvido:
serás moldeado sin torpeza
como un trozo de arcilla húmeda.
SIN TÍTULO
Deseé tener branquias,
y entonces nací desnudo.
Precisé la luna para poder mirar,
y cuando hube conquistado
los encantos de la mirada,
observé la luna.
Miles de cadáveres de insectos
se agolpan pegajosos
en las yemas de mis dedos,
y camino sobre un antártico esqueleto
de la felicidad
arropado por la ignorancia flamígera
del ámbar.
Tu ausencia
es como el ahogo de la noche,
y tu presencia
es como el ahogo de la noche.
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