Y yo creía que en tus ojos
navegaba el vino
y por eso de ti me emborrachaba
mientras faltaba la luna en mi cielo
y se cernía en mi frente
la borrasca.
Nadie me dijo que yo
no estaba en este mundo,
nadie me dijo nada;
y yo navegué
y navegué sin rumbo
mientras el agua del mar
me congelaba.
Otoño 1999 - Primavera 2004
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