Sabes que avanzas
y avanzas al buscar;
vas caminando,
mas caminando no sabes adónde vas.
Luciérnaga eres tú que brillas,
luciendo con brillo infernal;
al volar vas soñando,
mas cuando sueñas no quieres volar.
Bajo la mirada esperas
encontrar algún día palacios de cristal,
donde el viento quede detenido
por muros que nadie pueda traspasar:
un castillo con almenas de oro,
con troneras que en la distancia veas
brillar,
con puertas de las maderas
más oscuras
que sean imposibles de cerrar.
Una mansión inexpugnable,
que nunca se pueda atacar:
pero llevas abismos en la conciencia
de los que nadie te puede salvar.
Otoño 1999 - Primavera 2004
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