En el cielo siento la muerte;
en el suelo siento la muerte;
la lluvia y el sol,
pertenecen a lo que sé y adivino.
En el cielo siento el dolor;
en el suelo siento el dolor;
a la diestra me hieren;
si escapo hacia la izquierda
me hieren.
A dónde debo ir,
lo desconozco:
no sé por qué amo;
no sé por qué odio;
me lo revelará la muerte
cuando encuentre mis huesos,
cuando tropiece con mis huesos;
en el cielo santo del olvido.
Otoño 1999 - Primavera 2004
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