¡Qué silencios me llenan por dentro
cuando estoy contigo!
¡Qué tiempo perdido sin decir
las cosas!
¡Qué cantidad de cosas que no tengo
tiempo para decirte!
Pues no he podido tenerte tiempo
suficiente.
¡Qué arrasado me siento
cuando me siento en
tus orillas!
Ahora, desconozco el camino para volver
a mi hogar, hace tanto tiempo abandonado,
pues en ti tengo mi refugio…
¡Qué veloces van las nubes,
que con su oscuridad me recuerdan
mi final inexorable!
Pues no he podido tenerte tiempo
Suficiente.
Las tormentas diluyen con su agua
mis senderos.
Ahora, sólo tengo tu refugio,
y me siento exiliado de mi propio mundo
durante las frías mañanas invernales,
pues no he podido tenerte tiempo
suficiente.
Otoño 1999 - Primavera 2004
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