Han llegado ya los fríos de la época otoñal
y han venido presurosos su viento y su frío
de tétrico y lúgubre y místico soplo glacial.
La melancólica estación así lo requiere,
por ser la precursora del triste tiempo invernal,
época que arranca los pétalos de las flores
y embravece con loca furia las aguas del mar;
y el frío cortante como afilado cuchillo,
y las gotas que corren resbalando con tierno afán,
dan tierna belleza al para otros siempre amargo,
mas para mí siempre alegre, tiempo otoñal.
Otoño de 1999 - Primavera de 2004
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