Nos, proclamamos que la libertad
debe ser instituida en todos nuestros fueros
y dominios.
Otrosí, será aplicada esta sentencia:
la niebla, la hipocresía, la oscuridad,
las barrigas vacías, los toneles
de vino con flechas, los panes con amores
ilícitos, los falsos predicadores,
y todos otros seres de la misma calaña,
deben ser decapitados.
Todos los demás, serán encadenados
en el infierno:
nuestra condena, sin embargo, será peor:
pues que hemos actuado con justicia,
Dios nos concederá
la soledad
del paraíso.
Otoño de 1999 - Primavera de 2004
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