Allí donde tengo mis
sueños
hay una torre fría de plata;
allí donde mis sueños tengo
hay dos gotas que caen por mi cara.
Vivo allí en mis sueños
que mi hijo no miraba.
¡Qué pena que yo no tenga un hijo
que mi sangre me robara!
Dentro de mis ojos oscuros
dos gotas de sangre brotaban
que rompen el corazón,
los huesos y la mirada.
¡Qué pena! No me aman mis amores
ni los amores que yo amaba,
ni los que quisieron amarme,
ni lo que yo no deseaba.
Cuando una noche de síntesis
de amores salí a la caza,
dos tristes tiros en la frente
tu escopeta me tiraba.
Otoño de 1999 - Primavera de 2004
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