La novia del zapato
no reconoce que ha sido abandonada;
pero todos lo saben
y correrán a contárselo al zapatero.
Y el zapatero, llevando la lezna
en la mano,
la violará,
porque está sola y desprotegida,
desamparada;
le mostrará el cuerno de su escoplo
y ella adaptará su horma.
Mas, ¿quién osará interponerse
para defenderla?
Acaso el agua se evapore como un réquiem,
y yo besaré el futuro bajo el muérdago,
pero no intentaré oponerme
a zapatero de mirada tan terrible.
¿Entonces, pues, nadie salvará
a la novia del zapato de tan trágico destino?
Quizás el teléfono haga sonar su timbre
en el último momento.
Otoño 1999 - Primavera 2004
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