viernes, 20 de junio de 2014

Mariola Hermida, "Zurcindo latexos" - RESEÑA EXTRA JUNIO

 
El pasado jueves 5 pude asistir a la presentación del segundo poemario de Mariola Hermida, Zurcindo latexos (Zurciendo latidos, por el momento solo accesible en gallego), en el que la poeta nedense nos permite adentrarnos un poco más en su personal universo poético. A pesar de su corto número de obras editadas, la escritora es autora de numerosísimas piezas, muchas de las cuales tiene la generosidad de compartirlas con quien quiera leerlas en su blog bilingüe, Cinamomo Rosa.
Quienes tenemos el placer de conocer a Mariola en persona y de haber coincidido con ella en varios recitales, hemos podido constatar el fuerte contraste entre su ser externo y la geografía interior que sus versos describen: causa honda impresión oírla recitando con su voz suave y bonita, bien modulada, radiofónica en un sentido nocturno, versos en los que los aspavientos retóricos han sido concienzudamente exterminados y, en consecuencia, brillan con la ferocidad de una hoja bien afilada verbos como reventar, “laiar” u “ouvear” (estos dos últimos traducibles por “aullar”) aplicados a la voz humana, o adjetivos como “mallado” (“molido” por efecto de una golpiza), aplicado al mundo; causa sorpresa escuchar de labios de quien fue su profesor en un taller poético durante muchos años decir de la siempre sonriente y afable Mariola que se resistía a las dinámicas del taller, y calificar su actitud incluso de ocasionalmente “rabuda” (“que tiene mal genio”).
Y es que en el universo poético de Mariola Hermida encontramos una enorme fuerza interior – que no debe entenderse, o no solo, como una actitud de rebeldía, sino como la capacidad para trasmitir imágenes contundentes con sus versos –, entreverada con otros elementos contrastantes o incluso antitéticos que podríamos calificar de abúlicos – en absoluto encierra el uso de este adjetivo una crítica o matiz negativo –.
De tener que describir la poesía de Mariola la calificaría como una poesía del instante: si ya hemos dicho que los gestos retóricos desaparecen en estas páginas – la autora explicó durante la presentación que, en primer término, escribe un poema de golpe, por efecto de la inspiración momentánea, y luego va trabajando sobre ese primer boceto, dándole forma, limpiándolo de las excrecencias, hasta dejar solo lo justo e imprescindible –, no es menos cierto que estamos ante una poesía con una precisión de tal calibre que, incluso en piezas de seis o siete versos compuestas por poco más de una docena de palabras consigue relatar una historia, gracias al poder evocador de un lenguaje cuidadosamente escogido. La sensualidad, el deseo, la entrega, la impaciencia, la pena, el amor, la impotencia, … no son elementos ausentes de estas páginas, pero siempre están envueltos en un aura de cierta tranquilidad, de paciencia, que remite al concepto humiano de las “pasiones apacibles”.
El tercer elemento que me gustaría destacar de Zurcindo latexos – título extraído de uno de los poemas que ya remite a ese contraste del que antes hablábamos: el latido es el impulso vital primario e indispensable para existir, si bien a veces la vida le arroja a uno a situaciones en que el latido se detiene o parece que va a detenerse, de tan tormentosas como son; en cambio, zurcir es remendar, reparar lo que está roto para que siga siendo útil: por tanto, ya desde el inicio la autora (que confesó que la elección del título le había resultado bastante ardua) nos hace un guiño y nos pone sobre la pista de la que, en mi opinión, es la viga maestra de su quehacer literario: el aprender a conformarse, a amoldarse a las situaciones (que no a resignarse, que es otra cosa distinta) para conquistar una cierta serenidad –; el tercer elemento que quiero resaltar sería el destacado papel que la naturaleza (entendida ampliamente no solo como la presencia vegetal, sino también como meteorología) juega en la poesía de Mariola Hermida, convirtiéndose en un actor más con valor tanto simbólico cuanto con actitud proactiva, tal vez como herencia de la tradición hilozoísta (presente también en algunos aspectos formales de muchas de las piezas que componen este magnífico libro), que yo encuentro casi consustancial al ser gallego y que es rastreable de una forma u otra en la mayoría de sus autores.
 


JJJJJ

 

3 comentarios:

  1. Muchas gracias Andrés.
    No tengo palabras para agradecer tan buena crítica.
    un abrazo enorme desde mi corazón.

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  2. Siempre me ha gustado leer poesía en gallego, por la sensibilidad que transmite. Me gustaría saber donde comprar el libro.
    muchas gracias.

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    1. Hola. Yo el libro lo adquirí en la presentación, pero aquí tienes la página de la editorial (http://www.vampirodelibros.com/libros-ebook-a/0049/ficha/Zurcindo-Latexos.html) y su FB (https://www.facebook.com/pages/Editorial-VL/328365157254686). Gracias por leer el blog!!

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