lunes, 23 de febrero de 2015

Hoy ya no las nubes


Ahora el Apocalipsis se vestirá de seda,

y Gabriel empuñará, no una trompeta,

sino una cimitarra;

lo sé porque han comenzado a brotar

gotas de sangre

de la puerta:

¡Jano, socórreme ahora,
si en alguna medida mi existencia es útil!

Otoño 1999 - Primavera 2004

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