sábado, 22 de marzo de 2014

Esa alegría sencilla

Frente a mi casa, a unos cien metros, hay un Carrefour, y, por la noche, cuando se encienden las luces, veo las ventanas de las dependencias administrativas o directivas (y supongo que ellos me ven a mí, lo que resulta un poco creepy). No seré yo quien se oponga a un ambiente lúdico en el trabajo (es una forma excelente de distender el ánimo y propiciar la creatividad), pero hoy, ahora mismo, estoy viendo como, por la forma de moverse, los administrativos y/o directivos están haciendo carreras con las sillas y andando en patines, pero clarísimamente. [En este preciso instante creo que uno se ha dado un leñazo]. No sé por qué, pero me han hecho sonreír.

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